Niños de 1 a 3 años: ¿deben tomar leches de crecimiento?

Niños de 1 a 3 años: ¿deben tomar leches de crecimiento?

El periodo desde la concepción hasta los primeros años de vida, se considera un periodo crítico donde se modulan todos los factores que influirán en la salud futura. Las primeras etapas de la vida son fundamentales para que el niño se desarrolle con normalidad y la nutrición en esta etapa es una de las claves para que este desarrollo tenga éxito.

Estudios recientes como ALSALMA, del programa ALIMENTANDO LA SALUD DEL MAÑANA, han puesto de manifiesto que la realidad nutricional de los niños españoles está lejos de ser la adecuada en estas etapas tempranas de la vida.

El estudio ALSALMA, realizados por pediatras de toda la geografía española, recogía diarios de alimentos, durante días no consecutivos, y analizaba los nutrientes consumidos por los niños. Es un estudio pionero, de hábitos nutricionales, para evaluar qué excesos y deficiencias tienen nuestros niños desde edades tempranas.

Este estudio, realizado en 1.700 niños de 0-3 años, ha detectado un exceso en la ingesta proteica muy por encima de cantidades recomendadas. También ha detectado un déficit en hierro y vitamina D. Esta ingesta excesiva de proteínas depende fundamentalmente de proteínas de origen animal como la leche de vaca.

En los últimos años se han desarrollado fórmulas adaptadas de crecimiento que sirven de transición entre la lactancia materna o las fórmulas de continuación y la leche de vaca. Estas leches se denominan leches de crecimiento.

Las leches de crecimiento, o leches 3, son fórmulas de continuación que se han modificado parcialmente, destinadas a los niños desde los 12 hasta los 36 meses de vida, y su uso se recomienda para evitar la introducción temprana de la leche de vaca.

La ESPGHAN recomienda la leche de continuación como el alimento adecuado para lactantes entre 5 y 12 meses, y para niños de 1-3 años de edad, como parte de una dieta diversificada. Las fórmulas de crecimiento son una opción como paso intermedio entre estas fórmulas de continuación y la leche de vaca, para ser utilizadas entre el año y los 3 años de edad.

Estas fórmulas que están indicadas de 1 a 3 años, a diferencia de la leche de vaca, tienen en su composición: un menor aporte de proteínas, son ricas en ácidos grasos esenciales, están enriquecidas con un suplemento de minerales especialmente hierro y zinc, aportan un extra de vitaminas A, C y D.

Por último, no se debe olvidar que la recomendación del tipo de leche de crecimiento que debe tomar el niño, entre 1 y 3 años, la debe hacer de manera individualizada el pediatra según las necesidades nutricionales de cada bebé.

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